domingo, 6 de abril de 2014

Isabel Iglesias Álvarez


#Chispazos de formación 13: aprender a desaprender

A raíz de escribir el cuento ” La taza de té”, una amiga me preguntó cómo se podía aprender a desaprender.
Su pregunta me dejó un poco descolocada ya que, quizás, dí por sentado que era algo que todos de alguna manera sabíamos hacer.
Lo cierto es que me tuvo varios minutos pensando tratando de buscar esa información en mi cabeza hasta que dí con el sistema que vengo utlizando desde hace algún tiempo.
Su pregunta me vino muy bien para darme cuenta, además, que lo he venido haciendo de una forma totalmente insconciente y que, hasta que me lo preguntó, ni siquiera se me había pasado por la cabeza de que lo que estaba haciendo era desaprender para aprender de nuevo.
Y digo que no sabía que lo estaba haciendo porque mis últimos seis años han sido una auténtica vorágine de cambios tanto en el plano personal como en el profesional.
Aunque pueda parecer sencillo, dejar de lado conocimientos que nos han servido durante mucho tiempo resulta bastante complicado. Las personas nos resistimos a dejar aquellas ideas que nos han servido como soporte, o para entender y comprender nuestro entorno y que han facilitado el que pudiesemos funcionar como lo hacíamos.
En el fondo se trata de salir de nuestrazona de confort, una vez más, y darnos cuenta que ha llegado el momento de actualizar nuestros conocimientos.
Algunas ideas que me han funcionado y que he ido descubriendo a lo largo de estos últimos años:
  1. Leer, leer y leer: cuando leemos ampliamos nuestros horizontes, aprehendemos ideas y conocimientos nuevos( sí, has leido bien: he usado la palabra aprehender en vez de aprender). En definitiva, abrimos las ventanas de nuestra mente para que entre el aire fresco y discurra por todos lados.
  2. Tener juicio crítico: no se trata de aceptar y dar por bueno todo lo que llega a nuestras manos, sino de formar nuestra propia opinión sobre diferentes temas y discernir entre lo que nos interesa y lo que no.
  3. Aceptar que nuestros conocimientos se han vuelto obsoletos: algo que nos suele ocurrir es que tendemos a pensar que nuestros conocimientos sobre una determinada materia sólo necesitan una pequeña actualización de vez en cuando. La llegada de la tecnología y en especial de las redes sociales ha hecho que la difusión de los conocimientos sea mucho más rápida que hace unos pocos años. Este hecho hace que los conocimientos necesiten ser revisados mucho más rápido que hace algún tiempo y,  especialmente, aceptar que podemos quedarnos obsoletos en poco tiempo.
  4. Poner en práctica esos nuevos conocimientos adquiridos: esta es la parte más dificil ya que supone asomarnos al prepicio de dejar lo que nos resulta conocido y cómodo para adoptar unas ideas que todavía no hemos hecho nuestras y con las que, muchas veces, no terminanos de identificarnos.
  5. Equivocarse, desaprender y volver a aprender: cuando manejamos ideas nuevas es normal que podamos equivocarnos, que cambiemos con cierta facilidad de criterio hasta que demos con aquello con lo que nos identificamos. Si eso sucede, que sucederá, incorporarlo como parte del aprendizaje y revisar lo que no nos sirve para desecharlo.
Quien renuncia a desaprender está negándose la posibilidad de ser alguien distinto de lo que es. Tweet: Quien renuncia a desaprender está negándose la posibilidad de ser alguien distinto de lo que es via @isa_iglesias_al
Extraído de www.isabeliglesiasalvarez.com

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