Logos, Ethos y Pathos: El triángulo perfecto de la marca personal
Al transmitir la marca personal hay que controlar todos los elementos que rodean al profesional cuando trata de destacar su mensaje ante su audiencia.
Porque como bien nos cuenta el cuento de cenicienta, aunque la persona es la misma el príncipe puede llegar a ser incapaz de reconocer a su dama cuando cambia de ropa y de ubicación social.
Simplemente porque lo que vemos está muy influenciado por lo que esperamos ver. En el ámbito profesional, si tenemos una idea respecto a un tipo de imagen o actitud asociado a una profesión todo lo que sea incoherente con esa creencia previa influenciará negativamente la percepción sobre ese profesional.
Hasta aquí, seguro que ya lo sabíais.
Pero a pesar de esa noción tan asentada, me encuentro que mientras en el atuendo todo el mundo asume que debe vestir de una u otra manera el mensaje sigue sin estar cuidado en la misma proporción.
El mensaje construye el entorno tanto como la vestimenta o la oficina. Porque aporta autoridad, prueba social y conexión emocional con el público objetivo.
Las personas ofrecen confianza, no productos. El talento es un intangible que necesita de una prueba social que lo haga real: los logros pasados, la pertenencia a networkings sectoriales exclusivos y reconocidos, las operaciones realizadas con marcas conocidas para su público, las referencias…todo ello ayudará a la audiencia a comprender su talento mucho mejor. No hay que temer el dar ejemplos, mencionar clientes y marcas, describir hitos para conectar aspiracionalmente. Porque sin esas referencias, el cliente, seleccionador o inversor dudará de su valía.
El marco es fundamental, sin él se pierde la conexión y la credibilidad con el talento. Como le ocurrió a Josuah Bell, uno de los más afamados conciertistas de violín del mundo en un experimento realizado por psicólogos sociales en un metro de una ciudad. El video que describe este experimento habla de tres elementos que Aristóteles ya señaló como necesarios para lograr conectar con el público de forma sublime en su obra Retórica: Logos (coherencia) -Ethos(credibilidad, reputación, autoridad)- Pathos (la conexión emocional).
Merece la pena visionar el video haciendo el ejercicio de: ¿Cuido yo mi Logos, Ethos y Pathos al construir mi marca personal? Porque si el triángulo carece de uno de los vértices, la marca personal desaparece.
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