lunes, 25 de noviembre de 2013

Joaquín


domingo, 6 de octubre de 2013

JOAQUÍN


El binomio IMPRUDENCIA - RESCATAR

(cuento núm. 1 dedicado a Joaquín Sorolla, por amparo botella)

Una vaporosa neblina se levantaba por la orilla, y de ella fue apareciendo, pausadamente, un aroma, profundo y a la vez sutil, a vida.

No era una simple sensación. Algo valiente, verdadero, algo que calaba hondo.
La majestuosidad del momento era mayúscula. Ni él mismo lo creía. Los tonos pastel de aquellos trazos en el mar completaban el círculo de la perfección. Sin duda, era una mañana mucho más especial que las que había vivido hasta entonces.
Escondido tras las rocas, perplejo de lo que acontecía, mero espectador de la belleza, apenas se atrevía a respirar. Se agazapó en cuclillas tras los peñascos. La niña de cabellos dorados era real. Joaquín, incrédulo, la observaba. A ella y a las tenues olas del mar que parecían acompañarla.
Ese día debía dejar atrás su habitual imprudencia. No podía estropear el momento.
La niña parecía perdida, sin embargo sabía bien que aquel era el lugar y el instante preciso en el que debía aparecer. Observando cuidadosamente las olas que se acercaban a la orilla, fue introduciendo sus pequeños pies en el agua fresca. Su mirada era fija, sus movimientos sutiles, su imagen bella.
Joaquín apenas pensaba. No se atrevía. No podía estropear el momento. Estaba apareciendo la escena que tanto deseaba. Sabía muy bien que cuando la magia hace acto de presencia nada puede salir mal.
Dejó de esconderse, salió de entre las rocas, rescató su viejo e inseparable caballete de madera, colocó su nuevo lienzo en él y vivió la mañana más hermosa que jamás había vivido.
La niña de cabellos dorados era su musa y él, Joaquín, el gran maestro Joaquín Sorolla.
FIN.

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